(Ref be-diff.org)
En los años 70 la implantación de la escuela mixta sin justificación pedagógica que la sostuviera y motivada principalmente por unos criterios económicos, dejó de lado la Educación Diferenciada. Al mismo tiempo se pensó que la escuela mixta podría ayudar a la igualdad entre los sexos, pero cuarenta años después, y con unos resultados ya no sólo lejos de lo esperado sino contrarios al objetivo de la igualdad, al que se une el apoteósico aumento del fracaso escolar ha hecho poner en serias dudas a la enseñanza mixta y resurgir la Educación Diferenciada como una opción válida para abordar ambos problemas y valiéndose para ello de motivos científicos.
En España hay unos 150 colegios de Educación Diferenciada y es el único país de la Unión Europea en el que ni se considera este sistema de agrupamiento de alumnos como una posible solución al fracaso escolar y a la mejora de la convivencia.
En otros países de la Unión Europea como son Alemania, Francia, Inglaterra y Holanda los centros que optan por la Educación Diferenciada van en aumento, al igual que en Canadá, Australia y Estados Unidos en donde en el año 2006 el Departamento de Educación legalizó las escuelas públicas diferenciadas y en doce años su número ha pasado de tres a 366. Además del derecho que asiste a los padres en la elección de la educación de sus hijos, la Educación Diferenciada se ve avalada por datos recogidos en los últimos años y que corresponden a estudios realizados en colegios mixtos y diferenciados así como a las diferencias cerebrales que apuntan los estudios más recientes.
Surge pues la necesidad de personalizar la educación partiendo necesidad de atender a cada persona según sus necesidades, ritmo de desarrollo y forma de aprender.
En estos últimos años el informe PISA (Programme for International Student Assessment) ha puesto de manifiesto las diferencias entre los sexos: los chicos se quedan atrás en los resultados académicos comparándolos con las chicas, y sólo las sobrepasan en matemáticas.
El cerebro de niños y niñas se desarrolla de forma diferente. En las niñas el área del lenguaje madura de forma mucho más rápida que en los niños, mientras que en éstos lo hace de forma más rápida la capacidad viso-espacial. Según Leonard Sax, presidente de la NASSPE, si no se tiene en cuenta esta diferencia en el aula, «tendremos chicas que piensen a los 12 años que las matemáticas son difíciles y chicos de esa misma edad que creen que la literatura y el arte son cosas de chicas».
Otros estudios han mostrado que: 1.- Las adolescentes tienen una mejor agudeza auditiva que sus compañeros (siete veces mayor), lo que explica que las niñas se quejen de que su padre las grita, cuando al niño le parece que le está hablando normalmente. 2.- Al procesarse la emoción en el mismo área que el lenguaje, hace que las niñas tengan más facilidad para expresar sus sentimientos. 3.- En varones el estrés estimula el aprendizaje mientras que a sus compañeras se lo dificulta. Los chicos obtienen mejores resultados cuando la clase es activa, se manipulan objetos al tiempo que se explica. 4.- La motivación juega un papel importante, y las distintas actitudes frente al estudio son patentes. Los chicos se atribuyen a ellos mismos sus buenos resultados académicos y a causas externas sus fallos, mientras que las chicas lo hacen al revés.
Distintos estudios dejan de manifiesto que, para buscar una educación de calidad, se debe tener en cuenta los puntos fuertes y los puntos débiles de cada sexo. Hay colegios que ofrecen ambientes distintos: aulas más frescas para niños frente a más cálidas para niñas, profesoras con voz suave para chicas y con voz enérgica para chicos. En su libro “Why gender matters” el doctor Leonard Sax habla sobre cómo debería adaptarse el ambiente del aula a las características de cada sexo.
También asegura el doctor Sax que las escuelas que diferencian por sexo eliminan los estereotipos de género consiguiendo que las niñas participen en deportes más competitivos y se sientan más atraídas por carreras técnicas que las que van a colegios mixtos. En cuanto a los chicos, no se distraen en clase con las chicas y no se muestran reacios a mostrar sus preferencias por la poesía y el arte.
El informe 2020 Vision, realizado en el Reino Unido, ofrece al gobierno británico una serie de cambios que debería considerarse en el sistema educativo para mejorar la situación antes del año 2020, y entre ellas se incluye el educar a niñas y niños por separado, diseñando aulas que se ajusten a la medida de sus necesidades.